Cuatro meses después de lanzar una nueva versión de su tema "Bohemio" junto a Julio
Iglesias, Andrés Calamaro sorprende con otra revisión de su discografía: el "Para no
olvidar", una pieza que publicaron Los Rodríguez en 1995, en su tercer disco, "Palabrasmás, palabras menos".
En esta ocasión, Calamaro actualiza aquella pieza con dos
colaboradores de lujo: Manolo García y el guitarrista Vicente Amigo.
Cuando hablamos de Axolotes Mexicanos no podemos evitar pensar en una combinación explosiva; y es que el grupo asturiano/madrileño acaba de publicar su tercer disco, ":3", un proyecto cargado de letras punkis, pop japonés, estética dosmilera y mucha irreverencia que acaban de presentar estrenando el festival Madrid Brillante el pasado sábado 13 de marzo.
":3" está repleto de puro espíritu pop, trallazos de punk-noise espídicos, ritmos R&B, referencias J-pop, guitarras melancólicas a golpe de shoegaze o incluso baladas con pequeños toques de soul, que nos recuerdan a los mejores momentos de Triángulo de Amor Bizarro, Juanita y Los Feos, Los Planetas, Juniper Moon o Pizzicato Five.
Trece canciones pegadizas que se te clavan en la cabeza con las que la banda mantiene su energía, su desparpajo y su irreverencia intactas, y que llegan con la exquisita producción de Juan Pedrayes. La prueba perfecta de que Olaya, Juan, Lucas, Mario y Stephen han sabido gestionar con inteligencia y habilidad la madurez y experiencia que les ha otorgado el éxito de sus anteriores trabajos.
La Casa Azul arranca una nueva era musical dos años después del lanzamiento de su último álbum de estudio, "La Gran Esfera".
Como primer anticipo del próximo disco de La Casa Azul (que se publicará en 2022), ya está disponible en todas las plataformas de streaming el single 'Entra en mi vida', una canción que supone una evolución en el sonido de este proyecto musical sin perder su reconocible seña de identidad.
En lo musical, destaca esa estrofa sincopada, ese fraseo ágil, disparado, casi escurridizo, que bien podría ser un espejo refractario de las últimas instantáneas de artistas como Dua Lipa, The Neighbourhood o Demi Lovato. Poco a poco se abre la armonía, comienza la subida —sí, una de esas que nadie sabe hacer mejor que él— y entra el estribillo a modo de chorro de luz, a borbotones. Psicodelia, northern soul, europop, bubblegum, nu disco, vientos, cuerdas, efectos siderales… todos ellos se unen y se entremezclan a la perfección gracias a la trituradora estilística de Guille Milkyway.
Un recorrido por la historia de la música pop de estos últimos 60 años concentrado en tan solo 3 minutos y 38 segundos. Un encuentro con las primeras composiciones de La Casa Azul, y con los grandes clásicos que llevaron a Guille a amar la música y a meterse de lleno en ella: desde Juan y Junior a Los Ángeles, de los Beach Boys a The Supremes, de la ELO a OMD, de Saint Etienne a Air, de Pizzicato Five a The Go! Team, de Magdalena Bay a Boy Pablo.
Un viaje en el tiempo con miles de detalles a lo largo de una canción llena de referencias».
El single ‘Entra en mi vida’ viene acompañado de un cuidado videoclip entre lo bucólico y lo sideral que es firma de Forest Film Studio, del que forman parte Guillem y Lluís (componentes de la formación de la banda en directo desde hace años).
Hace dos décadas que Christina Rosenvinge registró "Flores raras", el disco
acústico que grabó justo antes de mudarse a Nueva York para iniciar una
etapa más experimental e introspectiva. “Cumplimentando compromisos contractuales”, que dirían años más tarde sus amigos
de Los Planetas. Eso es lo que pretendía Christina Rosenvinge cuando grabó el acústico
"Flores raras". Y es que la chica rubia que diez años antes
había hecho "¡Chas!" y había aparecido a nuestro lado, ahora quería hacer justamente lo
contrario: desaparecer.
Pongámonos en antecedentes.
Tras la separación de Álex y Christina (que, rásguense las vestiduras los puristas,
grabaron canciones que a día de hoy siguen siendo enormes), la hispanodanesa se
dispuso a emprender su carrera en solitario. El primer paso lo dio con "Que me parta un rayo" (1992), un álbum en el que colaboraron Pancho Varona, Antonio García de Diego
(ambos estrechos colaboradores de Joaquín Sabina), Alejo Stivel, Álvaro Urquijo y Juan
Luis Giménez (de Presuntos Implicados).
El disco funcionó muy bien tanto en España
como en Sudamérica, gracias a canciones como 'Voy en un coche', '1.000 pedazos' o 'Tú
por mí', pero no satisfizo por completo a Christina, que tenía en mente algo más
acústico y sencillo, con menos relumbrón.
El 15 de abril de 1998, en los estudios Cinearte de Madrid, se registró "Flores raras".
El disco constituye una fotografía sonora de una artista que, aunque ya tenía una
consistente carrera a sus espaldas, todavía estaba explorando nuevos caminos
(cosa que sigue haciendo a día de hoy). Además, sirve como epitafio de su primera
etapa en solitario, formada por tres discos de un valor artístico incuestionable. La
discográfica, sabiendo que era un disco de despedida, no se esforzó demasiado en
promocionarlo y a Christina, que ya tenía la mente puesta en su nueva vida (personal y
artística) en Estados Unidos, no pareció importarle. Había conocido el éxito masivo con Álex y Christina y con su primer disco en solitario y tenía claro que no era eso lo que
quería.
Así que, como decíamos al principio, hizo “¡Chas!” y desapareció de nuestro
lado. Se instaló en Nueva York y grabó dos grandes discos ("Frozen pool", 2000, y
"Foreign land", 2002). Incluso el arisco Lou Reed la vio tocar en una ocasión y tuvo
palabras de halago para ella. Después volvió a España y registró los mejores discos de su
carrera ("Continental 62", 2006, "Tu labio superior", 2008, "La joven Dolores", 2011,
"Lo nuestro", 2015, y "Un hombre rubio", 2018). Pero esa es otra historia. En 1998, lo
único que quería era desaparecer. Como decía en la presentación de (la canción)
'Cerrado': “Esta canción habla sobre el derecho a no estar, a no jugar. O a jugar a otra
cosa”. La partida todavía continúa y sigue siendo ella la única que marca las reglas.
Con la participación de GGQuintanilla, Silvia Penide con Victor Manuel, Los Summers, Copiloto, Aló Presidente, Escuelas Pías, Octubre, Ecuánimes y La Monja Enana.
Niña Lobo es una banda fundada entre octubre y noviembre del 2018. Inicialmente un proyecto entre Camila Rodríguez, Camila Bustillo, Julia Guerriero e Isabel Palomeque, que se consolida en enero del 2019 con la entrada de Andrea Pérez en teclados y sintetizador.
Contando con influencias musicales variadas: el punk rock, el indie, garage rock, entre otros. Su choque de sonidos, estilos y dinámica variadas, genera en Niña Lobo un sonido particular que apunta hacia la espacialidad en melodías, con bases rítmicas bajadas a tierra y letras que retratan lo cotidiano.
Algunas de sus influencias son bandas como Alvvays, Pixies, Best Coast, The Organ, así como también bandas de la escena indie/alternativa argentina y uruguaya.
Entre sus objetivos se encuentra consolidarse en la escena local, con expectativas a la creación de un LP y shows en el interior del país.
Cuando los tiempos son nuevos –y tremendos- se hacen más necesarios que nunca los relatos cercanos y a la vez universales, formas diferentes y colaborativas de crear y producir y una buena dosis de luz que acompañe a las inevitables sombras.
El álbum de Nuevos Hobbies, grupo formado por Raúl Bernarte, Borja Alcate, Alberto de Ema, Xabi Jareño y Javi Induráin, bajo el título "Monstruoso" cumple con esos requisitos. Diez canciones escritas en 2019 en las que ya se percibía la vibración de lo excesivo, de la desmesura que nos obligaba a seguir adelante, a “estar, en vez de ser”, de la fría carrera hacia algún tipo de desastre y frente a ello el calor de lo cotidiano, del derecho a equivocarse con alegría y de lo natural frente a tanto posado.
Unos temas en los que se entrevé la luz de un mediodía norteño, cocinados al fuego vivo del janglepop con su dosis de energía melancólica, influencias de la alegría irónica del pop sesentero y una pizca de northen soul. Sonidos y palabras, que vivido ya 2020 y con un caótico inicio del 2021, resultan todavía más pertinentes. Para evitar que, contrariamente a lo que asegura una de sus letras, “con tanta, tanta, tanta información se nos está muriendo la canción”.
Porque precisamente, Nuevos Hobbies es un grupo de canciones. En cada una de ellas, música y palabras, crean juntas una historia en la que sentirse identificado. Así, Monstruoso, la que da nombre al álbum, plantea de forma premonitoria la inquietud de “cómo serán los malos tiempos que vengan”, con una base sonora que, sin embargo, mejora la disposición de ánimo de quien la escucha, en un dualismo alegre y sin dramatismo. La música es de Borja Alcalte con letra de Raúl Bernarte, quien firma también letra y composición de la mayor parte de los temas.
"(Valencia 2019)" contiene nueve temas y ha sido grabado en el estudio de Paco Loco en El Puerto de Santa María.
Cuenta con la voz de Irantzu Valencia, la que fuera voz del mítico grupo donostiarra La Buena Vida, en las canciones 'Inversión' y 'El camino de vuelta'.
La portada es obra de su amigo y cómico televisivo Joaquín Reyes.
Tras "Taquicardia", llega un nuevo adelanto del próximo disco de La Habitación Roja: la
canción '1986'. Una pieza que grabaron en otoño de 2020 en los Little Canyon Studios
de Burjassot (Valencia), mezclada por Luis Martínez y con registros adicionales en los
respectivos hogares de los miembros del grupo.
Jorge Martí, compositor y cantante de La Habitación Roja, ha escrito un
texto en el que contextualiza el significado de esta pieza: -Se acerca el verano de 1986. Tengo la edad que tiene mi hija mayor ahora mismo y
un amigo nos propone ir a la discoteca Espiral de L’Eliana por primera vez. Cuatro
adolescentes, todavía imberbes, atravesamos el umbral de la discoteca con los
nervios a flor de piel y muriéndonos de la emoción. Tengo la sensación de que esta
experiencia nos va a marcar. Suena “And she was” de los Talking Heads. A
continuación la nueva mezcla en su versión maxi single de 12” que acaban editar
The Cure de “Boys don’t cry”. Estamos a un lado de la pista, cohibidos y al mismo
tiempo excitados. Nuestros pies llevan el ritmo, movemos las cabezas al son de la
música que con fuerza escupen los potentes altavoces de la sala, pero el miedo nos
atenaza y no nos atrevemos a dejarnos llevar por nuestro instinto hasta que al final
de la sesión suena “There’s a light that never goes out” de The Smiths. Es en ese
momento cuando asaltamos la pista y abandonamos nuestros enclenques cuerpos
adolescentes a la melancolía y a las inmaculadas melodías que irradia la canción.
Ese preciso instante me hace ser consciente de que ya no hay vuelta atrás y que la
luz de la música que nos guía y que ahora brilla imponente, ya nunca se apagará.
Se acerca el verano de 2020. Mi hija mayor lleva 3 meses sin ir a clase, sin ir a sus
actividades extraescolares y sin ver a sus amigas. Parece triste y deprimida. Su mirada destila inseguridad y su actitud, angustia adolescente. Encerrada en su
cuarto, se aferra a la música y por momentos, sale de su aletargamiento y la
escucho cantar y bailar a través de la puerta. Siente el peso de su aislamiento y de
su inseguridad cada vez que sale de su habitación. No se atreve a mostrarse como
es en público, a tomar la iniciativa, a ser ella misma, pero a través de las rendijas de
su timidez, se adivina una luz que brilla en su interior y lucha por abrirse camino al
exterior. Atesora el talento, la pasión, la juventud y la ilusión para tomar su propia
iniciativa, pero tengo la impresión de que necesita de alguien que le diga que puede
y debe hacerlo.
“1986”, como una especie de “Father and son” de Cat Stevens, es mi manera de
decirle a mi hija: Gracias a la ilusión de gente como tú, el mundo sigue girando,
guiado por la luz de las canciones que te hacen cantar, bailar y sentirte viva. Sal a la
pista de la vida, déjate llevar por su música y vive como sientes. Que no te importe
que te puedan juzgar e infravalorar. Sé tú misma y deja que esa luz que posees te
guíe y se manifieste en todo su esplendor. “Encontrarás tu voz, la que te guiará.
Una fuerza interior que no podrás obviar, que todo cambiará… Bailemos con
pasión al son de mi canción. La que decía que siempre habrá una luz que no se
apagará… ¡Porque te llevo en mí, porque te tengo aquí, porque te quiero así!”.